El desayuno era muy variado y

sabroso, con opciones como tostadas y fruta fresca. Aprecié la cercanía del baño compartido, aunque es algo a tener en cuenta al reservar. Montse fue muy atenta y nos hizo sentir como en casa. Un gran lugar para descansar.

La habitación era muy cómoda y limpia. El baño compartido estaba al lado, así que no me sentí como en un camping. El desayuno fue delicioso y variado, todo muy rico. Montse, la anfitriona, es un encanto.

El baño compartido fue una sorpresa, pero al menos no era una aventura buscarlo en la oscuridad.

1. Habitaciones amplias
2. Montse encantadora
3. Cachopos deliciosos

1. Baño compartido
2. Desayuno limitado

Decidí dejar una crítica porque, a pesar de lo que prometen en las fotos, el baño estaba fuera de la habitación y me resultó muy incómodo. Además, el desayuno solo era de 8 a 9. ¿quién se levanta tan temprano? esperaba un gesto de cortesía por parte del hotel, pero parece que eso es pedir demasiado.

Desayuno casero y acogedor

La limpieza fue impecable y el desayuno era delicioso, con un zumo natural que realzó cada bocado. La dueña, Montse, hizo todo para que nos sintiéramos como en casa.

El baño estaba fuera de la habitación, lo que fue un poco inesperado. Aunque estaba cerca, no fue lo que esperaba al hacer la reserva.

Todo bien, cumple con su función. La propiedad es inmaculada y cuenta con un trato excepcional por parte de la anfitriona, que sorprende con deliciosas cenas típicas de Asturias.

Las habitaciones son amplias y súper limpias (y la cama era muy cómoda)! Montse es un encanto, siempre atenta. El bar ofrece cena rica (y desayunar también). Está en el centro de Milagros, perfecto para explorar.

Es difícil mencionar algo negativo.

Fue una opción adecuada para un par de noches en Milagro con muy buena relación calidad-precio. Disfrutamos de una cena deliciosa en el bar, probando productos típicos de la región. Si vas, no te olvides de pedir el cachopo que es exquisito.

volveré.

La habitación era enorme, con aire acondicionado y decorada con gusto. ¡Todo estaba muy limpio! Me encantó que hubiera juegos de mesa y libros para distraerse. Montse fue muy amable y preocupada por nuestro bienestar. El desayuno estaba delicioso y no puedo dejar de mencionar los cachopos que cenamos, ¡riquísimos!

La Casa del Hilario tiene un ambiente tan acogedor que me sentí más en casa que en mi propia casa—y eso que mi sofá es bastante cómodo. La habitación era espaciosamente limpia, como si nunca hubiera visto un calcetín tirado. Uno de los mejores momentos fue el desayuno con zumo natural, ¡que era más refrescante que un chapuzón en una piscina en un día caluroso!

Baño compartido

Montse te recibe con amabilidad desde el primer momento. La habitación en la que me alojé era muy cómoda y estaba impecablemente limpia. La decoración es encantadora, lo que añade un toque especial. Sin embargo, el baño es compartido, algo que no esperábamos y que puede ser un inconveniente. El desayuno era bastante limitado, solo con tostadas, un café y fruta básica. Eché de menos más opciones. A pesar de eso, la tranquilidad del lugar compensa, ideal para descansar después de un día recorriendo. Montse cumplió en hacernos sentir bienvenidos y al final, los cachopos de setas que cenamos fueron una delicia. En general, es un lugar acogedor pero con algunos detalles que podrían mejorar.

La Casa del Hilario es un sitio acogedor y con una decoración encantadora. La limpieza de la habitación fue impecable, y los cachopos de setas que cenamos fueron una verdadera delicia. Sin embargo, el baño compartido puede ser un inconveniente para algunos. El desayuno es básico, pero sabroso.

La casa del hilario es un lugar encantador. La limpieza fue impecable y la habitación era muy cómoda, con una cama estupenda. Además, el desayuno con zumo natural fue una delicia, y la zona es tranquila y está lejos del bullicio, cerca de las bardenas reales.

lo puedo recomendar

El baño estaba fuera de la habitación, pero los cachopos eran estupendos.

Las habitaciones son amplias y limpias, con un ambiente acogedor que resalta la decoración. Cenamos cachopos de setas, que estaban riquísimos, conjurando recuerdos de sabores asturianos.

El lavabo y la ducha son compartidos, lo que puede ser incómodo, especialmente si viajas con niños. El desayuno está limitado a café, tostadas y fruta básica, lo que puede decepcionar si buscas más opciones. Además, el check-in es a las tres de la tarde, lo cual no es ideal, especialmente si llegas temprano.